El Núcleo Megalítico de Benabarre se encuentra en las sierras exteriores, en alturas que se encuentran entre los 650 y 850 m.s.n.m., en lo que se conoce como Monte de San Salvador por encontrarse en lo alto de éste una ermita con el mismo nombre; entre las localidades de Aler (Oeste) y Benabarre (Este). El relieve es bastante accidentado en su entorno, con profundos barrancos encajados en las calizas, que alternan con amplios llanos cultivados. En cambio el monte en sí está constituido por suaves laderas y colinas nada abruptas.
La vegetación predominante es mediterránea con carrascas (Quercus ilex), coscoja (Quercus coccifera), boj (Buxus sempervirens), abundantes quejigos (Quercus faginea) en la cara Norte, enebro (Juniperus communis) y romero (Rosmarinus officinalis).
Como cita Isidro Aguilera, “un dolmen es una tumba, por lo tanto los factores que determinaron su ubicación no tienen por qué ser los mismo que condicionaron la explotación económica del territorio”. Lo que quiere decir que este lugar pudo ser utilizado tanto como “necrópolis” o como “necrópolis” y lugar de residencia y explotación de recursos.
Lo común del conjunto, es que se encuentran todos los sepulcros y pinturas sobre las colinas de calizas, de donde se han extraído las losas y piedras para construir las cámaras, corredores y túmulos. Estas posiciones elevadas y muy similares en altura, a excepción del abrigo pintado, constituye un lugar estratégico con una amplia visibilidad y luz, ya que ninguno –hasta el momento- se encuentra en la cara Norte del cerro de San Salvador; así como las pinturas tampoco aparecen en la cara norte del cerro del Mas de Aspra, sino al Sur en un pequeño a abrigo formado por la estratificación.
Lo más llamativo de este conjunto dolménico es su diferencia morfológica, tanto entre sí, dada su cercanía, como en comparación con el resto de sepulcros aragoneses, siendo raros los dólmenes con corredor y más aún aquellos con un extremo absidado. Algunos autores afirman la existencia de pequeñas diferencias evolutivas y culturales en su morfología.
La vegetación predominante es mediterránea con carrascas (Quercus ilex), coscoja (Quercus coccifera), boj (Buxus sempervirens), abundantes quejigos (Quercus faginea) en la cara Norte, enebro (Juniperus communis) y romero (Rosmarinus officinalis).
Como cita Isidro Aguilera, “un dolmen es una tumba, por lo tanto los factores que determinaron su ubicación no tienen por qué ser los mismo que condicionaron la explotación económica del territorio”. Lo que quiere decir que este lugar pudo ser utilizado tanto como “necrópolis” o como “necrópolis” y lugar de residencia y explotación de recursos.
Lo común del conjunto, es que se encuentran todos los sepulcros y pinturas sobre las colinas de calizas, de donde se han extraído las losas y piedras para construir las cámaras, corredores y túmulos. Estas posiciones elevadas y muy similares en altura, a excepción del abrigo pintado, constituye un lugar estratégico con una amplia visibilidad y luz, ya que ninguno –hasta el momento- se encuentra en la cara Norte del cerro de San Salvador; así como las pinturas tampoco aparecen en la cara norte del cerro del Mas de Aspra, sino al Sur en un pequeño a abrigo formado por la estratificación.
Lo más llamativo de este conjunto dolménico es su diferencia morfológica, tanto entre sí, dada su cercanía, como en comparación con el resto de sepulcros aragoneses, siendo raros los dólmenes con corredor y más aún aquellos con un extremo absidado. Algunos autores afirman la existencia de pequeñas diferencias evolutivas y culturales en su morfología.
Monte de San Salvador
Valle del Sarrón desde la ermita de San Salvador
Bibliografía:
- AGUILERA Isidro, BLASCO Mª Fernanda, MIR ROY, "El núcleo megalítico de Benabarre (Huesca): noticia, descripción y entorno", Bolskan 1997
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