Para llegar a este bonito castillo muy bien restaurado, y casi en constante renovación (hace cosa de dos años se instaló un telescopio en la torre, y recientemente se está rehabilitando una casa dentro del conjunto), hay que llegar primero a La Puebla de Fantova por la carretera C-139 dirección Benasque. A este pueblo se accede tomando un desvío a la derecha en el pueblo de Las Ventas. Desde aquí hasta La Puebla de Fantova hay unos 6km, y la pista forestal, recientemente asfaltada, desde la Puebla hasta el castillo se encuentra muy bien señalizada y no hay pérdida alguna.
El origen etimológico de Fantova procede de la unión de las palabras latinas Font y Tova que significan fuente concavada. Estos se refiere a una fuente existente en los alrededores, para la cual fue necesario realizar una mina para que saliera agua. Es posible que el emplazamiento tuviera un origen romano ya que es conocido que por la zona eran aprovechadas aguas termales por esta misma civilización. Al parecer, el primer documento escrito data del 863 donde aparece mencionado como Villa Fantovua. En el 960 como Castro Fontove y Castro Fontova. En el 1002 como Fonte Tova y en el 1015 como Font Toua. De la misma forma, aparece en los documentos como civitas (el lugar), castrum (el castillo), palazo. Así pues, la font tova es la fuente que sale de una mina. Como consecuencia de ser una de las primeras construcciones fortificadas del condado y por sus impresionantes dimensiones para el momento, fue nombrada por los lugareños también, como Parietes Altas (paredes altas) aludiendo posiblemente a las altas murallas del recinto así como a la alta torre.
Plano aproximado del recinto fortivicado de Fantova.
Restos de la parte sur, torre defensiva y templo.
De lo que es el recinto fortificado, se conservan fragmentos de la muralla dispersos por todo el promontorio plano y alargado con dirección E-W. El punto donde mayor continuidad posee este muro es al sur con casi sesenta metros de muralla continua. Además, existen fragmentos dispersos como en la parte norte, donde más bien sirven para asentar el macizo ya que existe un impresionante muralla natural; en la parte oeste también se conservan restos de menor altura, así como en la parte sur, concretamente en la zona original de acceso al recinto fortificado. Esta es la parte que posee mayor altura sobre el suelo, unos 5 metros, y forma lo que parece una estructura en codo o zig-zag -algo innovador para la época-, lo que dificultaría un asedio en este punto débil a través de estructuras como arietes o similares, posibilitando sólo un ataque cuerpo a cuerpo. Además, parece ser que sobre ella existiría un piso de madera que reforzaría el sistema defensivo, a modo de matacán o cadalso. En la parte baja de los restos de estos muros, parece adivinarse unas estructuras muy similares a las que nos encontramos en el Castillo de Pano a modo de saeteras que tendrían la función de servir de conducto para arrojar agua hirviendo en ataques cercanos y posibles asedios. Por último, en lo alto de uno de estos muros existe una especie de hornacina empotrada de un metro y medio de alta rematada con un arco de medio punto cuya función podría ser la de una garita de vigilancia.
Restos de los muros en zig-zag o codo vistos desde lo alto de la torre.
Aspillera en los restos de muro de acceso al recinto por el que se arrojaría agua hirviendo.
Dentro de este recinto, lo más destacable, es la majestuosa torre cilíndrica, que según parece, ya es mencionada en algún documento del año 1015, pudiéndose tratar de uno de los castillos cristianos más antiguos conservados. Para los expertos en la materia es un lugar de referencia ya que al parecer se realizaron estructuras de construcción completamente innovadoras para el momento. Una de esas innovaciones es la famosa bóveda de arista que sustenta el segundo piso de origen lombardo, para la cual fue necesario transformar el interior circular en un cuadro. Parece ser que de esta forma se reparte mejor el peso, así como también es mucho más fácil su construcción, y se aumenta el espacio útil de la habitación. Otra innovación es la bien conservada y curiosa escalinata intramuros que da accedo a la segunda planta. De esta forma también se consigue aligerar algo el peso y aprovechar espacio. La segunda planta, está actualmente realizada con vigas de madera, posiblemente como en un origen, y se accede a la tercera y última planta a través de una escalera móvil de madera. En esta última planta, aparecen siete almenas y siete vanos alrededor de los cuales se conservan los mechinales en los que se sustentarían los cadalsos; recientemente se ha instalado un pequeño telescopio con cúpula. Este número de vanos y almenas no parece casual, ya que el número siete suele aparecer con frecuencia en el románico. En esta ocasión, representaría la unión de lo divino (3) y lo terrestre (4). Con sus casi 20 metros de altura, está divida en tres plantas y cuatro estancias: la despensa -se accede a través de una escalera móvil en la primera planta-, la entrada-principal, planta de las habitaciones/alcoba, y la de defensa. El acceso se encuentra en altura, característico de estas construcciones defensivas, a través de un vano con arco de medio punto. En origen se realizaría a través de una escalera móvil, actualmente se hace a través de una escalera de madera bien sujeta y muy acorte con el entorno.
Está realizada con sillares poco trabajados, pequeños y colocados en hiladas y restaurada con muy buen gusto y respeto dejando parte de los mechinales. Las dimensiones son interesantes: 4,55 m. de diámetro interior, 2,30 m. de grosor de muro en la parte baja y decreciendo en altura, 18 m. de altura aproximadamente y con 16 metros cuadrados de superficie en cada planta. Se asemeja mucho a las torres cercanas de Viacamp, Laguarres, Montañana o El Mon de Perarrúa.
Está realizada con sillares poco trabajados, pequeños y colocados en hiladas y restaurada con muy buen gusto y respeto dejando parte de los mechinales. Las dimensiones son interesantes: 4,55 m. de diámetro interior, 2,30 m. de grosor de muro en la parte baja y decreciendo en altura, 18 m. de altura aproximadamente y con 16 metros cuadrados de superficie en cada planta. Se asemeja mucho a las torres cercanas de Viacamp, Laguarres, Montañana o El Mon de Perarrúa.
Torre defensiva vista desde el acceso primitivo al recinto.
Vista de la torre defensiva desde el templo.
Como en todo recinto fortificado del condado, existe un templo, en este caso una ermita dedicada a Santa Cecilia. Se encuentra en la parte más occidental del recinto formando parte de la muralla, siendo la preciosa espadaña orientada a poniente la que forma parte del conjunto amurallado, contretamente en uno de los cubos de la muralla primitiva, incluso casi una segunda torre que controla perfectamente toda parte de poniente. La primitiva ermita, fue consagrada en el año 960 por el obispo Odiesendo de Roda por petición de los condes ribagorzanos de entonces Ramón II y su mujer Garsenda, mientras que la que ha llegado a nuestros días, levantada sobre esa primitiva, data del año 1103. Es de nave única y se accede a ella por un vano en el muro sur, constituido por una puerta de arco de medio punto encabezada por un escudo de armas, al parecer moderno como la puerta. Esta nave aparece dividida por los arcos fajones apuntados que ayudan a sostentar la bóveda y arrancan del propio muro. Con una bóveda de cañón apuntada, cuya cabecera ha sido modificada levantándose un tabique a la altura de donde debió de estar el presbiterio, mostrándose actualmente ésta plana. Así pues, esta cabecera ha quedado convertida en una atípica sacristía por la que se accede a través de una reducida puerta construida en el mismo tabique. De todas formas, se sigue apreciando el ábside, actualmente sin ningún vano -tampoco cegado, es liso- que permita la luz, y cubierto con bóveda de horno. De esta forma, se puede decir que tras su consagración a principios del siglo XII, sufrió posteriores reformas hasta nuestros días. Por último, comentar que en el muro norte se aprecia una pequeña puerta cegada parecida a la que da acceso a la torre, construida con arco de medio punto. Podría tratarse pues este muro, de un original del castillo y recinto fortificado y que este vano sirviera de acceso al recinto a través del templo, ya que respecto al suelo se encuentra en altura, o como comentan algunos autores supusiera el acceso al cementerio.
Interior de la espadaña-torre del templo.
Además, dentro del recinto aparecen también los restos de un cisterna parcialmente excavada en la roca y agrandada con sillares en altura, posiblemente remataría en una bóveda de cañón, que serviría para mantener con agua a las gentes y animales durante asedios. También excavados en la roca y cerca del ábside de la ermita, aparecen una serie de tumbas antropomórficas que algunos autores las datan anteriores al castillo actual, siglo X, o incluso romanas.
Cisterna del interior del recinto.
Tumbas antropomórficas excavadas vistas desde la torre.
En forma de resumen, el origen del castillo debió de ser anterior al siglo XI como datan algunos documentos y restos de edificaciones. Es muy probable que fuera arrasado por los musulmanes y vuelto a construir por maestros lombardos en el siglo XI -aparece documentada la torre en el 1015- que es lo que ha llegado a nuestros días. Fue, a partir de este siglo, cuando mostró su mayor apogeo e importancia siendo su primer tenente Guillermo Isarñez de Ribagorza. Poseyó gran importancia en la defensa de los territorios del norte, así como durante la ocupación de los territorios del sur, siendo responsables del conjunto personajes de máxima fidelidad como Sancho Ramírez (1066-1100), así como caballeros de renombre como Bernardo Ramón (1100), Barbatuerta (1113-1126), Arnal Mir de Pallars (1130-1138) y el último conocido Gombal de Entenza (1164) y poseyendo caballeros de renombre. Formó, inicialmente, línea fronteriza con Roda, Pedruy, San Esteban del Mall, Iscles, Cornudella y Arén, siendo importantísima su posesión para defender los territorios del norte y ocupar los del sur. Como consecuencia del desplazamiento de la frontera con los musulmanes hacia el sur y al tornarse la tierras bajas más seguras, estos altos fueron despoblándose y las gentes de trasladaron a zonas más llanas y fértiles. En este caso, se bajaron para fundar la actual Puebla de Fantova donde ya parecían los vecinos mencionados en el censo de 1495.
Castillo de Laguarres visto desde lo alto de la torre.
Castillo de Monesma visto desde lo alto de la torre.
Castillo de Graus y pueblo visto desde lo alto de la torre.
Castillo de Pano visto desde lo alto de la torre.
Última actualización: 14/07/2013
Bibliografía y Webgrafía:
Bibliografía y Webgrafía:
- Aramendía, J. L. (2001): El Románico en aragón. Cuencas del Ésera y del Cinca. Librería General, págs. 181-186.
- Iglesias Costa, M. (2004). Arte Religioso del Alto Aragón Oriental. Arquitectura Románica siglos X-XI, XII y XIII. Tomo 2. Prames, pags. 220-226.
- Brota Aparicio, S.: Fantova, castillo ribagorzano legendario. AltoAragón-Domingo, 25 de noviembre de 2007, pgs. 6.
- Rizos Jiménez, C. Á.(2007): Toponímia de la Ribagorza. Municipio de Graus III: Puebla de Fantova. Milenio; 27, pgs. 57.
- http://www.castillosdearagon.es/index.php?sec=6&fort=520
- http://www.romanicoaragones.com/fortificaciones/02-Fantova1.htm
- http://www.romanicoaragones.com/2-Ribagorza/990346-FantovaErm.htm
- http://es.wikipedia.org/wiki/Condado_de_Ribagorza
- http://www.patrimonioculturaldearagon.es/bienes-culturales/castillo-de-fantova-2
- http://www.sipca.es/censo/1-INM-HUE-004-117-001/Castillo/de/Fantova.html
- http://fantova.es/castillo.html
- http://romanicoribagorzano.wordpress.com/2013/06/17/graus-castillo-de-fantova/
- http://www.fidelisregi.com/foro/viewtopic.php?id=223
- http://carlosbravosuarez.blogspot.com.es/2008/02/del-sera-al-isbena-por-fantova-y-gel.html
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